Para un autónomo ha quedado abolida la separación entre ocio y trabajo. Además, la necesidad de comunicación permanente y la confusión entre vida pública y privada se está volviendo peligrosa. Los veranos son cortos y fragmentados, la atención se dispersa y se impone la multitarea. De 0 a 100 en un segundo: de estar diez horas diarias en la playa a pasar esas mismas diez horas generando un banco de imágenes por encargo.
A las siete de la tarde he intentado fotografiar los exteriores del edificio. Ha sido imposible. El sol ya estaba bajo, pero quemaba como si fuera mediodía.
15/08/2012 julia