La foto no es lo suficientemente buena pero es que no pude acercarme lo suficiente. Entre Robert Capa y yo había un cristal. A pesar de que estamos en situación prebélica me parecía una macarrada romper el cristal de la vitrina de la exposición del Círculo de Bellas Artes para acercarme un poco más. Si me hubiera atrevido, una vez metidos en harina, también habría robado ese carnet de prensa de Capa. Lo usaría de marca páginas y no se lo dejaría ver a nadie. Sería mi tesoro.
Supongo que nuestra generación estará obligada a documentar lo que sucederá los próximos años. La coyuntura actual nos impedirá retener las fotografías en soportes físicos y tendremos que hacer imágenes digitales frágiles que se perderán en la confusión de la batalla. ¿Dónde cargaremos nuestras baterías? ¿Dónde vaciaremos nuestras tarjetas de memoria? ¿Quién encontrará en un futuro nuestra maleta mexicana?
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