El dato objetivo es que se ha notado una fuerte oferta por parte de propietarios de pisos que se han quedado sin trabajo y que buscan ingresos con el alquiler de una habitación en su propia vivienda. Este incremento ha sido de un 96% en Madrid. Lo que no sabemos es como será el futuro de los niños que han nacido o están creciendo en la crisis. Seguramente será bastante desalentador.
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