Tras los recortes anunciados por el Gobierno el pasado 11 de julio, NOPHOTO ha decidido documentar la evolución del verano más inhóspito y desalentador de nuestra historia reciente. Por si después de éste ya no hubiera otro. Por si desaparece de nuestras vidas el verano. Este blog narra por tanto un estado de inquietud. Sus contenidos son frágiles y discontinuos, asociados a la naturaleza precaria de los tiempos que vivimos. Pretende describir y rememorar las emociones de esa experiencia en vías de extinción que llamamos verano.
Algunos días veo nada…
Me resulta interesante esta definición de la nada: “Ningún individuo sustancial se asocia destructivamente con otro” (Mario Bunge). El ser humano lo hace constantemente.
En algunas ocasiones no veo nada…
8.003 Km son los que separarán dentro de unas pocas horas a mi hermano Gonzalo de su mujer y de su hijo.
El sector donde trabaja es muy reducido y su profesión quizás es de las más extrañas que se puedan encontrar y a pesar de ello, su empresa lo ha enviado a “hacer las Américas”.
Acabo de dejarlo en el aeropuerto y ya lo echo de menos…
El paisaje que se ve desde la terraza de la casita de campo familiar no es especial ni atractivo, pero lo llevo observando desde hace 36 años.
Esta es mi última noche de verano…
Desde 1945, todos los últimos miércoles del mes de agosto Buñol celebra su fiesta mas grande.
Es de esperar que a partir de septiembre, el gobierno continuará lanzando “otros tipos de tomates” que os iremos contando.
Hoy ha salido publicado en el diario Levante-EMV una breve noticia con la fotografía del post de ayer del incendio de Chiva.
Mi amigo Juan me ha dicho que la fotografía se parece a un Turner.
“…el fotógrafo no tiene un clase social concreta que lo acoja. No es ni un obrero ni un empresario, ni un finolis ni un granuja, pero es capaz de desempeñar cualquiera de estos papeles y muchos más. Para mí, el fotógrafo practica siempre el transfuguismo social.”
Xavier Mirerachs
Gran parte de culpa por la que elegí esta profesión es por la cantidad de diferentes experiencias que pasa un fotógrafo a lo largo de su vida; un día estás andando por un glaciar, otro día estás cruzando una península sin rumbo, otro día estás en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, otro día estás buceando con tiburones, otro día retratando a un personaje relevante o cubriendo un concierto o una manifestación, otro día visitando unas ruinas romanas, otro día estás caminando por unas playas muy hermosas impregnadas de Historia, otro día estás contemplando un paisaje arrasado por las llamas, otro día estás intentando localizar un pueblo con tan solo un habitante, otro día estás viendo como la gente se tira miles de tomates a la cabeza, otro día visitas una cárcel (y no porque hayas cometido un delito!) y otro día simplemente paseas por placer e intentas hacer una buena fotografía…
Todas estas experiencias y muchas más quedan impregnadas en una imagen, pero sobre todo quedan impregnadas en la persona que las hace, ese personaje que está capturando ese preciso instante detrás de la cámara.
En estos últimos años gracias o por culpa de la fotografía digital y una crisis profunda de valores (entre otras muchas más cosas), esta profesión está en un proceso de transformación y desvalorización continua, a mi juicio estamos sufriendo el mayor cambio desde que se inventó esto de captar la luz. Yo siempre diferenciaré a un fotógrafo de un señor con cámara.
Hoy he tenido otra de esas experiencias por la que quise ser fotógrafo. Esta mañana he “sufrido” un ducha no deseada por un hidroavión.
A dos kilómetros de la casita donde veranea mi familia desde siempre, se ha producido un incendio, todavía se desconocen las causas. Afortunadamente se han quemado muy pocas hectáreas y no ha habido que lamentar daños personales.
Hoy he vivido en primera persona la tragedia de todos los veranos.
Esta mañana he tenido que salir corriendo a cubrir un suceso muy común de todos los veranos.
Normalmente me suelen ayudar a editar, en este caso le he pedido opinión a una persona con 93 veranos de conocimientos, experiencia y observación de su entorno.
- 1 vaso de aceite de oliva virgen extra: 0,68€
- 1 pollo de granja: 7,39€
- 1 conejo: 8,78€
- Garrofón y Bajoqueta: 1,50€
- 3 tomates: 0,81€
- 1 diente de ajo: 0,10€
- Pimentón y colorante: 0,10€
- 8 litros de agua de tierras valencianas: 0,20€
- Sal y romero al gusto: 0.10€
- 1,5 Kg de arroz: 2,02€
Que el dinero no da la felicidad lo llevamos escuchando desde siempre, pero en esta última década se ha creído lo contrario.
21,68€ es lo que cuesta un día de amistad, tradición y alegría. No estoy hablando de austeridad.
A finales del verano pasado mi abuela tomó la decisión de retirar de su armario el albornoz, el traje de baño, las sandalias y el gorro. Estaba empeñada en que ya se estaba haciendo mayor para eso de bañarse en una piscina. Dentro de un par de meses cumplirá 88 años.
Este verano he echado de menos sumergirme con ella en la piscina. ¡Como le gustaba tirarse de bomba!…
Marc cumplió el pasado 6 de agosto 2 años, el mismo día en que cayó una bomba atómica en Hiroshima. Ahora está aprendiendo a hablar, o a gritar. Tal vez hayan quedado impregnados en sus genes ciertas reminiscencias del pasado y grite por la atrocidad que cometieron algunos insensatos aquel 6 de agosto de hace 67 años.
Si algo de bueno tiene la crisis es el cambio de mentalidad ante el uso de los productos no perecederos: La reutilización.
Nuestros padres y sobre todo nuestros abuelos, se criaron con cierta austeridad y con la mentalidad de que si algo estaba roto se reparaba, no dudaban de no hacerlo de otra manera. También es cierto que no tenían conocimiento alguno de la obsolescencia programada, que ya se empezaba a maquinar por aquellos tiempos, hoy en día desgraciadamente está viviendo su época más gloriosa. Ha sido necesaria esta crisis para al menos invitarnos a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo.
Al mismo tiempo animo a las empresas a volver a fabricar productos no programados para perecer antes de un uso lógico y razonable. A partir de ahora creo que los consumidores nos vamos a quejar un poco más, o eso espero.
Esperemos que algún día estas calles tengan nombre.
Es curioso que seleccionando algunas estrofas de la canción, parece que Bono esté cantando sobre nuestra burbuja inmobiliaria y los que la provocaron…
I want to hide
I want to break down the walls the hold me inside
Where the streets have no name
I see the dust cloud disappear without a trace
I want to take shelter from poison rain
Where the streets have no name
We’re still building
Where the streets have no name
The city’s aflood
We’re beaten and blown by the wind
Trampled in dust
I’ll show you a place
High on a desert plain
Where the streets have no name
We’re still building
It’s all I can do
Where the streets have no name
Pascual nació el último día del verano de 1951.
En septiembre se va a prejubilar. Toda su vida a trabajado en el sector de la hostelería. Como dice él: “¡Este es mi último verano de currante!”. Después de haber cotizado 39 años a la Seguridad Social, espera cobrar todos los meses su pensión.
Todos los veranos se produce un fenómeno muy extraño en los bosques. Estudiosos de todo el mundo vienen a observarlo. De repente de un día para otro el verano da paso al otoño, inclusive en los árboles de hoja no caduca. A veces, con suerte, el fenómeno se extiende a unas pocas hectáreas, este año desgraciadamente el fenómeno se ha extendido a 130.800…
Emilia trabajó desde los 14 hasta los 75 años. Ejercía las profesión de sastresa. Se solía llevar algunas prendas a casa para trabajar por la noches, de esta forma podía entrar más dinero en casa. No puedo imaginar cuantos puntos de costura habrán pasado por sus manos.
Desde niña siempre le interesó la Historia y viajar, esto último no lo pudo hacer apenas. Desde que se jubiló dedica gran parte de sus noches a la lectura, de esta forma me dice que por fin puede viajar.
En los últimos meses las precipitaciones están brillando por su ausencia en la gran mayoría de las regiones españolas. Según algunos expertos es la peor sequía de las últimas décadas.
El verano pasado grabé unas imágenes del río que pasa a escasos metros de la casita familiar de veraneo. Al igual que los ahorros de algunas personas de este país, este verano no he encontrado ni patos ni agua, se han evaporado…
Emilia y Carmen han vivido una república, una guerra civil, una postguerra, una dictadura y una democracia… En estos tiempos ya no están tan seguras de esto último.
Emilia guarda un recorte de periódico donde el actual presidente afirmaba que si ganaba las elecciones doblaría las pensiones. Constantemente me repite que en su época lo más valioso era el honor a la verdad y que entre los suyos lo prometido era deuda. Hay que ser algo ingenuo para creer algo así, pero es que nuestros mayores lo son…
A Carmen se la refanfinfla ya todo.
Madrid, agosto, 40ºC a la sombra, ni un alma en la calle… Una buena opción para ir a ver a Hopper, el pintor que congeló el vacío de la vida urbana.
Cada vez que me subo al coche suelo pensar que tal vez nunca pueda volver bajar de él.
El pasado fin de semana fallecieron en las carreteras 15 personas.
En las noticias desde hace ya mucho, estos datos son meros trámites para realizar las estadísticas del verano.
Solo puedo pensar en esas 15 familias.
15 personas son demasiadas.
En contraposición a lo que escuchamos todos estos días, es de agradecer leer alguna nota como esta. Cada uno se la puede apropiar y pensar en la persona que merece esas palabras, yo lo he hecho.
William Somerset Maugham
Llevo cuatro días alejado de la capital: sin olimpiadas, sin prima de riesgo, sin deuda exterior, sin euribor, sin FMI, sin PIB y sin “nosequemás”… ¿Qué pasa cuando desconectas de este mundo? ¿continúa existiendo?
En los primeros años de vida de Pau se desarrollará su inteligencia, su personalidad, su comportamiento social, su imaginación y su pensamiento abstracto.
Son muy significativos los factores ambientales y sociales en los que Pau desarrollará su primera infancia.
Si todo continúa como está previsto, los padres cada vez lo van a tener más difícil.
Más IVA sobre un cadáver. El 21% de 0 es 0. Y en Alemania continua estando al 7%.
Ayer se reunieron mas de 500 personas a las puertas del Museo Reina Sofía. Según algunos medios casi todos eran artistas, y yo no vi a más de media docena, cuando esta medida les afecta más a ellos que a nadie del gremio.
Los profesionales y empresas culturales reclaman la unidad de todo el sector. ¿Pero cuándo han estado unidos?.
Este país se está quedando sin nada.
Durante los últimos nueve años he vivido de una galería de arte.
El jueves pasado vendí mi última foto, el viernes me llamó mi galerista y me dijo que cerraba.
Al lunes siguiente me trajeron al estudio donde trabajo 53 fotografías. Mientras la galería estuvo abierta, el valor total de estas imágenes rondaba los 153.100€. Ahora no sé lo que valen ni tengo donde almacenarlas.