Tras los recortes anunciados por el Gobierno el pasado 11 de julio, NOPHOTO ha decidido documentar la evolución del verano más inhóspito y desalentador de nuestra historia reciente. Por si después de éste ya no hubiera otro. Por si desaparece de nuestras vidas el verano. Este blog narra por tanto un estado de inquietud. Sus contenidos son frágiles y discontinuos, asociados a la naturaleza precaria de los tiempos que vivimos. Pretende describir y rememorar las emociones de esa experiencia en vías de extinción que llamamos verano.

Cádiz es la ciudad más antigua de occidente y la capital de provincia con el mayor índice de paro de Europa. Existe un lugar en donde uno puede comprender ambas cosas a la vez y no estar loco. Se llama Los Pabellones y es un bar amplio y amarillento que abre cuando le da la gana, pero que a las siete de la mañana se llena de hombres solos.

Paredes de azulejo. Barcos, viejas fotos de Camarón, imágenes de Carnaval y carteles ilegibles. Televisión encendida. Una equipación del Cádiz C.F. de los años ochenta. Los habituales entran, saludan, piden con un gesto y se colocan en su posición preferida. El camarero sirve sin preguntar: tabaco, café, copas de anís y de coñac. Camisas abiertas. La cara de sueño del recién levantado se cruza con la cara roja del que no ha dormido. Sombreros. Silencio. Amanece, que no es poco.

1 Galopeo

2 Más galopeo

3 Exaltación de la amistad

4 Cánticos populares

5 Tú eres mi padre

Tras sobrevivir a su primera semana de cole, Noa le acaba de contar a K. que tiene un lápiz y una goma dentro de la cabeza: el lápiz para escribir lo que quiere decir y la goma para borrar lo que quiere olvidar.

Se ofrece fotógrafo responsable con estudios superiores y facilidad para los idiomas. Especialista en viajes, álbumes familiares y proyectos colectivos. Referencias editoriales recientes de resultados imprevisibles.

Vehiculo propio, aunque es mejor que no lo use.

Pese a que se ha hecho mayor navegando por La Ancha Frontera, aun prefiere el cola-cao al café y las “calcamonias” a los tatuajes.

La vuelta al cole es un invento de El Corte Inglés, también lo son la Primavera (que ya es) y la paga extraordinaria. Mi madre llama “el inevitable” a este singular elemento vertebrador del país. Convertido en una especie de ministerio, durante una época colocarse en El Corte Inglés era una garantía de vida. Ahora ya no contratan a nadie fijo y a sus empleados les han reducido descuentos y privilegios. No tiene nada de particular, la crisis y la competencia han afectado al gigante. Aunque sus últimas cifras hablaron de grandes beneficios, todos sabemos que si España va mal, El Corte Inglés no puede ir bien. Lo que es extraño es que nada de esto se publique: parece que su publicidad compra espacios que van más allá de las páginas inicialmente asignadas. Y supongo que no pagan en corticoles.

En cierto momento del verano, la piscina se llenaba de cosas y yo me ponía triste. Mi padre le decía a mi madre: “barrunta colegio”.

K. tiene tantas cosas buenas que hasta es dueña de un río que parece un lago: un lugar secreto en el que comenzamos el verano con una fiesta de San Juan y en el que lo cerramos navegando en piragua…

A muchos de mis mejores amigos no los veo más que un par de veces al año. Siempre lo pasamos bien: nos conocemos tanto que no hace falta dar muchas explicaciones de nada. Basta con reír, beber, bailar y, si se tercia, cantar “Chiquilla”.

H. es el mejor frutero del barrio: simpático, atento, honesto y con idiomas. Si el verano ha sido duro para todos, para él lo ha sido especialmente: ha resistido el Ramadán abriendo todos los interminables días hasta perder 7 Kg. rodeado de fruta, sin beber ni comer

 

En 2006 empecé a hacer y recoger fotos del sitio del que toda mi familia es originaria; un pueblo al que sus habitantes llaman “el lugar”, lo que me hizo aprender que el consabido “En un lugar de La Mancha…” no contiene ni la mitad del misterio que aparenta.

Hoy he repetido una imagen que hice al principio del proyecto y he pensado que debo de ser el único animal que tropieza dos veces con el mismo calamino en el mismo camino.

Me encantaría hacer un CV sin palabras en el que esta foto de Noa sustituyera a esa frase tan larga que siempre pongo: “sus proyectos personales tienen que ver con el viaje y la memoria, con una especial aproximación a la relación entre el ser humano, la fotografía y el territorio”.

A mediados de agosto siempre hay una día que amanece frío y ventoso. Con nubes que pasan con prisa, como si el verano se acabara. Hoy parece ser ese día.

Para un autónomo ha quedado abolida la separación entre ocio y trabajo. Además, la necesidad de comunicación permanente y la confusión entre vida pública y privada se está volviendo peligrosa. Los veranos son cortos y fragmentados, la atención se dispersa y se impone la multitarea. De 0 a 100 en un segundo: de estar diez horas diarias en la playa a pasar esas mismas diez horas generando un banco de imágenes por encargo.

A las siete de la tarde he intentado fotografiar los exteriores del edificio. Ha sido imposible. El sol ya estaba bajo, pero quemaba como si fuera mediodía.

Nos vamos hoy de esta casa que hemos hecho nuestra desde hace ya cuatro veranos: un lugar en el que nadar, leer, jugar, escribir, hacer fotos y generar recuerdos…

 

Ir por la playa con una cámara siempre es selten. Es selten que un alemán desnudo te pida que hagas una foto de sus hijos adolescentes jugando con la arena y que se la mandes por e-mail. También es muy selten que aceptes y que mientras intentas meter a dos tíos más grandes que tú en el encuadre, notes que están pensando que eres el tipo más selten que han visto en mucho tiempo. Pero lo más selten es que, cuando te acercas a pedir una dirección de contacto para hacer el envío, la mujer del alemán, también en pelotas, te dice que no tienen un boli ni nada, pero que no importa, que era solo por el momento…

Te vas convencido de que saben que va a ser el último verano que sus hijos van a querer ir con ellos de vacaciones… y que por eso están un poco selten…

Hoy he leído que T.S. Eliot dijo hace mucho tiempo que es propiedad de las grandes obras comunicar antes de ser propiamente entendidas. Y no sé por qué, pero me he quedado más tranquilo.

Me gusta cada vez más hacer fotos de bodas. Me siento bienvenido y bienpagao, algo inédito es unos tiempos en los que los fotógrafos somos siempre sospechosos de algo y nuestras tarifas son permanentemente negociadas a la baja.

 

Érase una vez un gran estadista que mandó construir un barco ecológico reciclando los fragmentos metálicos de una obra de arte sin ningún valor simbólico.

Todos los periplos en barco son La Odisea y todos los viajes por carretera recuerdan The Americans.

Me gusta leer en la playa. “Cuando oscurece, siempre necesitamos a alguien” es la frase-motor del libro que me ocupa estos días. Le sirve al protagonista para avanzar en el relato y está tomada, se supone, de una película cuyo título no recuerdo en la que trabajó de guionista Scott Fitzgerald…

 

 

Santos Valbuena fue pastor sin apenas rebaño. Su único hijo, Darío Valbuena, se hizo panadero cuando salió de la carcel, donde estuvo condenado por Auxilio a la Rebelión. Mi padre, Luis Valbuena, consiguió salir de Un Lugar de La Mancha para hacerse maestro y llevar la vida que quería llevar. Yo, Juan Valbuena, estudié Física Teórica pero siempre me he dedicado a la fotografía. Duna Valbuena aún no sabe que va a ser de mayor.


Llevamos meses igual: el fin de semana los tipos más listos de Europa se reunen para salvar el euro, el lunes y el martes la cosa se tranquiliza… el miércoles y el jueves no saben si rescatarnos o ahogarnos y el viernes parece el apocalipsis…


España es un descampao: encima le puedes poner lo que quieras, se pueden construir casas, campos de golf, rotondas, polígonos industriales e incluso preciosos museos de arte contemporáneo y centros de investigación de nivel internacional. Lo malo es que, si te quedas sin dinero, los cardos te comen.


Me gusta mucho ir al cine, sobre todo en las noches de verano. Uno de mis sueños es vivir en el centro para poder volver a casa paseando después de ver una película, Nunca lo he conseguido, Ahora dicen que, con la subida del IVA de las entradas del 8% al 21%, van a cerrar muchas salas de la ciudad. Quedarán las de los centros comerciales, a las que es imposible llegar si no tienes coche.


El 11 de julio de 2011 un gol de Iniesta nos hizo campeones del mundo de fútbol, algo que creíamos que nunca veríamos y que parecía que nos iba a ayudar a salir de la crisis catapultando la marca España.

Para celebrar que también ganamos la Eurocopa dos años después, el Gobierno aplica los mayores recortes sociales y económicos de la historia.