Mi abuela Benita tiene 96 años. Ahora vive en una residencia situada en un pueblo que se llama El Álamo y cada vez que voy a visitarla creo que me voy a encontrar con el Séptimo de Caballería.
Mi abuela nació en una choza de cabreros construida con ramos a los pies del monte de Guisando. En ese mismo lugar cuatro siglos antes, una joven de 17 años fue nombrada heredera al trono de Castilla. Esa mujer se convertiría en Isabel La Católica y en su reinado se gestaría el gran imperio español. El padre de mi abuela no pudo dejarle ningún reino. Era el hijo bastardo de algún rico y fue abandonado en el Real Hospicio de Madrid. Allí se le impuso el apellido común de Aparicio que se le daba a todos los desheredados.
Hemos traído a mi abuela unos días al pueblo. Mi prima la ha llevado en un 4×4 a la sierra para que vea la diminuta casilla de piedra en la que vivió tantos años y en la que nació mi madre. Apenas reconocía ya el lugar. Le he enseñado fotografías hechas con mi iPhone. Me ha parecido que intuitivamente ha intentado ampliar la imagen desplazando sus dedos por la pantalla. Después me ha comentado algo que me hace pensar que mi abuela esconde secretos de espía:
“ ! Hacen cosas que parece que son mentira!…! Pero que no harán si han conseguido el hombre artificial! ”
27/08/2012 Fan