Cuando construyeron la Torre Eiffel los artistas de su época dijeron que aquello era un monstruo de hierro. Ahora no conozco a nadie que no le guste. Está claro que o estamos todos locos o tenemos tendencia a mantener poses.
La última vez que subí a la punta de la torre creía que aquella cápsula iba a llegar al cielo. En mis cálculos habíamos sobrepasado con creces los 330 metros. Es increíble que aquella estructura la hubiera imaginado un ser humano y aun más increíble que esa persona convenciese a otros de que era posible de realizar.
Esta mañana hemos construido en familia una puzle en 3D de la Torre Eiffel. Nos sentíamos como Gulliver observando el crecimiento lento de la torre. Cuando llegábamos a la coronación me he puesto decimonónico, he colocado un falso bigote con un dedo arqueado sobre mi boca y he pronunciado solemnemente unas palabras: “Es un pequeño paso para la humanidad pero un gran reto para una familia”
Sin comentarios