Es evidente que estamos al final de una era, no hay más que observar las señales. Me cuenta Jonás que actualmente una de las operaciones más demandadas de cirugía estética es el blanqueamiento anal. Aunque sepa que el blanqueamiento no sea un invento de estos tiempos me sorprende la noticia, es de locos. Los chicos de mi barrio ya conocíamos que Franco tenía el culo blanco porque su mujer se lo lavaba con Ariel. Así decía la canción escrita por un desconocido que debería ser hoy presidente de la SGAE.
Este verano barriendo en la casa de mi pueblo me encontré dos monedas. Una de ellas era de una peseta con la cara del rey y la otra de cincuenta céntimos con un Franco envejecido. Llevan desde entonces viviendo en el fondo de mi cartera porque las monedas son para el que barre y a la ley de la botella el que tira va a por ella.
Por la mañana he llamado por teléfono a Rajoy para ver cómo va España. Necesito información privilegiada urgente. Estoy esperando ansioso la anunciada desaparición del euro y la vuelta a la peseta. Cuando eso suceda, por breves segundos, seré el hombre más rico de España.
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